domingo, 25 de mayo de 2008

La Sensualidad, del Cuerpo al Desnudo...





















Sin "mascaras", ni "disfraces", sin inhibiciones ni complejos, el cuerpo al natural tal... y como es.
La sensualidad es una facultad que posee el ser humano, lejos de ser un instinto, es algo que se aprende. Pero para poder ser sensual se necesita estar en armonía con el interior, sentir confianza y sentirse bien con la forma de ser de cada cual.
Algunas personas suelen atribuirle la sensualidad a la mujer y la sexualidad al hombre. Pero, la verdad es que ambos tienen una porción de cada una en su personalidad, tal como los dos comparten lo masculino y lo femenino en su ser. Esta clasificación errada se debe a los condicionamientos sociales y culturales, los cuales inhiben o potencian una serie de conductas, según se trate de una mujer o un hombre.
Tanto mujeres como hombres pueden explotar y explorar su sensualidad. Si bien la sensualidad femenina es más delicada, evidente y aceptada socialmente, el hombre posee su propia forma de expresarla.
La sensualidad incorpora Todos los sentidos: vista, gusto, tacto, olfato y oído e incluso espiritualidad. La principal función de estos es permitir que nos relacionemos con el mundo que nos rodea.
La Vista: a través de la mirada se pueden expresar todas las emociones posibles y producirlas también, por lo que saber qué efectos producen en las personas es muy importante para la sensualidad.
El Gusto: besar es uno de los placeres más grandes. El intercambio de afecto que produce un beso es determinante para poner alerta a los otros sentidos.
El Tacto: es a través del tacto que la exploracion puede llegar a ser infinita.
El Olfato: el olor natural de una persona define la esencia de cada uno.
El Oído: hay muchos sonidos que tienen un carácter extremadamente erótico: los gemidos, jadeos e incluso el sonido que produce un beso puede ser suficiente para excitar a cualquier persona.

Lyz